Hemos sabido por los medios del asunto del «dragado del Guadalquivir» que el Tribunal Supremo «ha tumbado por segunda vez».

El proyecto de dragar el río para incrementar el calado, posibilitando la entrada de grandes buques a la capital hispalense, fue denegado en su día. La reciente sentencia del Tribunal Supremo simplemente lo confirma. La idea era hacer a nuestro puerto más competitivo por esta vía. Pero Doñana peligra si se aumenta el calado del Guadalquivir. La importancia de este ecosistema, que por eso tiene una especial protección jurídica, impide la autorización.

Mantener el entorno, mejorar la navegabilidad

rincones del guadalquivir

📷 F. M. Infante

Más allá de los titulares, la autoridad portuaria ya había descartado el proyecto del dragado de profundización del Guadalquivir antes del rechazo del Tribunal Supremo, precisamente, por los «riesgos que la actuación supone para Doñana». El puerto ya tenía asimilada la negativa al dragado, una aspiración que fue planteada desde una perspectiva simplemente «economicista». Pero todo no es la rentabilidad (a costa de lo que sea).

Hay otros bienes difícilmente cuantificables que hay que considerar y conservar ya que afectan a nuestro futuro, como es el ecosistema. La comprensión de la realidad desde esta perspectiva se va imponiendo. Y la nueva conciencia también impregna a la autoridad y actividad portuaria.

Trabajando con la naturaleza

Por eso, la nueva perspectiva de trabajo del Puerto para mejorar la navegabilidad va en otra linea muy marcada por el criterio ambiental. La nueva estrategia no es simplemente de respeto al Medio Ambiente sino de trabajar con él («Working with nature»), un enfoque que acomete los retos trabajando con la naturaleza que para eso es sabia; no sólo minimizando impacto, sino trabajar favoreciendo el desarrollo ambiental y la biodiversidad del entorno.

El Puerto está ya en otra dinámica que no pasa por tocar el fondo sino por el mantenimiento del estuario y un mayor conocimiento del mismo y de las mareas. Algo en lo que ya se están ocupados con el apoyo de colectivos como los arroceros, universidades y organizaciones ecologistas. Cualquier actuación debe garantizar la integridad del estuario y, avanzando en esta linea, la entrada y salida de los barcos ya se está haciendo acompasándolas a las mareas, aprovechándolas para que los buques que navegan puedan tener un mayor calado. Y de ahí,  que el dragado que se tiene previsto, no sea una modificación del calado sino una actuación de mantenimiento del mismo.

Un puerto singular

📹 F. M. Infante

 

El Puerto de Sevilla es el único puerto marítimo de interior de España. Es un puerto estratégico para Europa y la vía navegable del Guadalquivir ha sido propuesta para el corredor Atlántico dada la gran importancia que suponen para Europa las vías navegables de interior.

La baza con la que se quiere jugar ahora es la de la posición peculiar que ocupa nuestro puerto. La autoridad portuaria ha destacado que este hecho “permite un transporte más sostenible ya que al llegar los barcos al interior del territorio se reduce la carga por carretera minimizando emisiones de carbono en la cadena de transporte”.

A lo que se aspira es a alcanzar la excelencia ambiental en todas las operaciones portuarias mediante la promoción de tráficos ligados a actividades sostenibles (la biomasa o las torres eólicas off shore); la regeneración de las playas de Sanlúcar de Barrameda con las arenas extraídas del dragado de mantenimiento; o el impulso de un corredor multimodal Madrid-Sevilla-Canarias para que sea ejemplo de sostenibilidad a nivel nacional.

Esta nueva perspectiva es incluso del agrado de los sindicatos (al menos de la UGT).

En cualquier caso, creo que es muy bueno asimilar que el puerto es el que es y el río es el que es. Querer que sea otra cosa igual luego no nos gusta tanto.

No quiero ni pensar que puedan llega a Sevilla supercruceros un día tras otro e invadan (como termitas) la ciudad, por mucho dinero que vayan a dejar en ella. ¡Que hay cruceros de hasta 6000 turistas! ¡Escalofríos me dan!

¡Virgencita, por lo menos como estamos!

Y si el problema es el dineral gastado en la nueva esclusa, … , pues paciencia. Eso es como el que se compra un supercoche de alta gama que puede ir a 350Km/h y en ciudad la velocidad máxima es de 50Km/h y 120 Km/h por autopista…no sé como contaros… Es que ahora se tiene un conocimiento de las cosas y una perspectiva que no se tenían antes.

 

 

Por si queréis más info…‘Hacia un modelo sostenible: Plan Estratégico del Puerto de Sevilla 2025″