La ampliación y desarrollo de la zona franca de Sevilla va tomando cuerpo.

Poco a poco la zona franca de Sevilla se amplía y toma cuerpo con la creación de espacios puestos a disposición de la inversión productiva. La Autoridad portuaria lo está haciendo ampliando la zona con los suelos de Torrecuéllar hacia el polígono Astilleros y la concesión de suelos a las empresas que lo solicitan y cumplen los requisitos.

Recientemente, nos hemos enterado que otra empresa ha pedido 5000 metros cuadrados para instalarse en aquí. Se trata de Ecoser Innova Logistics una empresa de bebidas espiritosas de Guillena. Antes que ella, la Industria Química y Farmacéutica VIR obtuvo la autorización para ocupar una superficie de 15.000 metros cuadrados durante 45 años para la fabricación de productos en su laboratorio.

En la misma linea, la Autoridad portuaria tiene previsto duplicar la superficie de los muelles que atienden a las empresas instaladas actualmente en el Polígono Astillero, que permita hacer acopio de grandes piezas y proporcione espacio suficiente para optimizar la carga y descarga de mercancías.

 

aerogenerador, puerto de Sevilla

📷 Puerto de Sevilla

 

A medio plazo se quiere que la zona franca tenga el énfasis en la innovación tecnológica con el «Centro de Innovación Universitario de Andalucía, Alentejo y Algarve« un centro de investigación liderado por la Universidad de Sevilla en coordinación con las Universidades Portuguesas, que desarrollará, junto a otros agentes, iniciativas en industria 4.0, logística, materiales y sostenibilidad. Este centro se va a ubicar, precisamente, en esta zona de ampliación de la zona franca. A más largo plazo, también trabaja la Autoridad portuaria en ampliar más aun la zona franca (que será la más grande de España). El objetivo es atraer la implantación de nuevas empresas por las ventajas fiscales de la cualquier zona franca, que generen empleo y mejoren la economía de la ciudad.

Nuevas fuentes de ingresos para Sevilla

La verdad es que habría que diversificar la fuente de ingresos de Sevilla y que la ciudad no dependa exclusivamente del turismo. Es de esperar, que con la implantación de nuevas empresas, se adapten los centros educativos a las necesidades de personal cualificado que demanden y se puedan cubrir los empleos con gente de aquí. No sea que ocurra como con el sector metalúrgico de Sevilla. Según parece, las empresas del metal hispalense, no pueden crecer por falta de mano de obra cualificada. No hay soldadores, ni trabajadores del metal suficientes, por lo que las empresas no pueden asumir más carga de trabajo. La causa es, por un lado, que muchos profesionales del sector desaparecieron con la crisis, muchos de ellos reciclándose en otros sectores. Y por otro, que no hay relevo generacional puesto que las escuelas profesionales y centros de Formación Profesional, no imparten esta especialidad. En la provincia de Sevilla sólo hay cuatro institutos que impartan estas titulaciones y con un número muy reducido de plazas.

Esperemos que una cosa llame a la otra. Y que el sector portuario hispalense sea fuente de ingresos y prosperidad para Sevilla. ¡Que todo no pueden ser bares, hoteles y restaurantes!